No obstante, nuestro protagonista del día llegó precisamente a esa conclusión. El dinero robado fue devuelto al banco y el señor Ripple marchó preso, como era su deseo. Pablo Lyle libera a su mujer para que sea feliz con otro hombre después de ser declarado culpable. Un juez federal sentenció el martes a Lawrence John Ripple a seis meses de detención domiciliaria y 50 horas de servicio comunitario, reportó WDAF-TV, afiliada de CNN.
En el momento en que los agentes llegaron, les explicó que había cometido el atraco porque no soportaba proseguir viviendo con su mujer. La policía llegó y arrestó a Ripple, quien les dijo a los agentes que él y su mujer habían peleado y que él le dijo a ella que prefería estar en la cárcel que en casa, indica la demanda. Unacirugía de corazón le había dejado deprimido y por eso cometió el delito, explicó su abogado, quien pidió clemencia al juez, solicitud que fue apoyada por el vicepresidente del banco y el cajero a quien amedrentó Ripple. Según informa The Kansas City Star, el viernes pasado, en el momento en que Ripple le ha dicho a su mujer “prefiero estar preso que en el hogar”, Remedios jamás pensó que charlaba tan literalmente. Un dato curioso es quem dos semanas antes, el hombre puso en Fb una fotografía de perfil al lado de su mujer, donde no parece haber ningún conflicto entre ellos.
En el momento en que 2 personas deciden crear una vida en pareja, lo natural es que tomen esa resolución pues están seguros de que juntos encontrarán la alegría. Pero, como todo el mundo sabe, un matrimonio no siempre acaba resultando según lo esperado. En ocasiones puede convertirse en todo lo opuesto, en una auténtica pesadilla para 2 personas incompatibles. Lo que parece exagerado es elegir la prisión que continuar viviendo junto al cónyug y también.
“Quiero estar preso que en casa”, ha dicho Lawrence Ripple a su esposa Remedios, justo después que se pelearan, el viernes pasado. Lawrence John Ripple (izda.), de 70 años, junto a su mujer. KCTV, afiliada de CNN, reportó entoncesque los familiares afirmaron que probablemente el hecho haya sido causado por un inconveniente mental.
Dame el dinero» , podía leerse en el papel que entregó a la cajera. Evitando poner en riesgo su integridad física, la trabajadora de la sucursal reunió 2.924 dólares americanos en metálico y los entregó al peculiar ladrón sin oponer resistencia. En el momento en que el hombre se dio la vuelta para irse, la cajera activó la alarma para comunicar a la policía.
Pero Ripple no salió del lugar, paradójicamente, se sentó en la puerta de la entidad bancaria y esperó a que va a llegar la policía. Después de cometer el asalto, en el que el empleado del banco le entregó unos 3000 dólares estadounidenses, Lawrence en vez de salir corriendo se quedó sentado en la recepción sentado aguardando que llegara la policía para ser detenido. Cansado de vivir con su esposa, la mejor idea que tuvo este hombre (al parecer el divorcio no era una opción) fue hurtar un banco para de este modo poder ir preso, pero, como una broma del destino, la justicia hizo que lo condenaran a arresto domiciliario. Lawrence John Ripple, un hombre de 70 años de edad, harto de vivir con su esposa decidió asaltar un banco para ser detenido, ir a prisión y no volver a su casa, pero nunca imaginó que todo le saldría del revés.
El Mundo
El juez Carlos Murguia dictó sentencia de seis meses de arresto domiciliario, tres años de independencia observada y 50 horas de trabajo comunitario. El hombre, de 70 años, fue inmediatamente a una sucursal bancaria de Kansas City y entregó a un usado un mensaje en el que afirmaba que tenía un arma y demandaba el dinero de la caja. El juez Carlos Murguia sentenció a Lawrence a seis meses de arresto domiciliario, así como tres años de libertad vigilada, incluyendo 50 horas de servicio comunitario.
Lawrence, con Remedios, antes de que el hombre decidiese que no la soportaba un minuto mucho más. Enloqueció, deseó ir preso, antes que vivir con su esposa | diario amarilloRipple, quien tiene 70 años, cumplió su palabra. En medio de la discusión se tienen la posibilidad de decir cosas, que al pasar la molestia, solo quedan en palabras producto de la cólera.
Tras Discutir Con Su Cónyuge, Asaltó El Banco A Mano Armada Y Aguardó Su Detención
Sin embargo, su letrado y los fiscales federales solicitaron clemencia, con lo que el magistrado decidió una sentencia de seis meses de arresto domiciliario, tres años de independencia observada y 50 horas de trabajo comunitario. Lawrence John Ripple hizo todo cuanto pudo para alejarse de su mujer. Atormentado,robó un banco en la ciudad de Kansas y esperó en el vestíbulo del sitio a que llegara la policía para entregarse y ser culpado a lo que él pretendía fueran al menos 20 años de prisión, con el único fin de no vivir en su casa. Por ahora no se conoce qué va a ocurrir con este insólito ladrón, pero indudablemente, está muy cerca de alcanzar su estrambótico objetivo. Según relata la demanda, que puede consultarse en Scribd , Lawrence se dirigió a entre las ventanillas del banco portando una nota en la mano.
Está en tratamiento, parece que no le resulta tan complicado convivir con Remedios, y sus hijastros han hecho piña para asistirle a salir de la depresión. Incluso ha pedido disculpas asegurando que jamás quiso realizar daño a nadie. Novedades tan insólitas como estas son las que nos comenta Patricia Imaz en La Otra Realidad. Muy atentos a la emocionante historia de una pareja que aguardó 9 años para abrir el obsequio de bodas de su tía… ¡hasta la primera discusión no podían desenvolverlo!
Y no te pierdas el resultado de un estudio de una página de reserva de restaurantes que establece que poco a poco más gente escoge comer sola. Fue entonces en el momento en que sucedió lo inesperado, como prueban las grabaciones de las cámaras de supervisión del banco. En lugar de darse a la fuga, Lawrence Ripple se dirigió a uno de los recibidores del edificio. Cuando vio que un usado de seguridad se aproximaba corriendo, le hizo señales y le dijo que él era «el hombre que estaba buscando» .
El blog Law Newz nos comenta el surrealista caso de Lawrence John Ripple , un hombre de 70 años que estimó que pasar el resto de su historia entre rejas era mejor que continuar compartiendo techo con su mujer. Este adulto mayor dejó sin expresiones a la justicia de Kansas, que no acaba de saber cómo actuar frente a una situación tan extraña. Los hechos tuvieron lugar el pasado 2 de septiembre, cuando Ripple entró en una sucursal bancaria decidido a conseguir un billete de entrada en prisión.